A examen dos anuncios de Gine-canestén de Bayer porque, tal vez, menos es más.

Me ha sorprendido gratamente ver dos enfoques visuales distintos para abordar un mismo problema en estos anuncios de Gine-Canestén de Bayer:




En el primer caso, una mujer real aborda las causas de un problema de salud e indica su solución. Hay un claro intento de lograr la empatía del público femenino, identificando un posible problema que puede sufrir cualquier mujer y aconsejando la misma solución que a ella le dio un profesional cualificado; su médico.




En este segundo caso, el mismo problema se aborda con dibujos animados, sin incidir tanto en la causa sino en su efecto, e invitando a probar una solución. Vemos una prescripción médica indicada en letra pequeña y un dominio web para obtener más información.
Plantearía varias preguntas:
¿Cuál de los dos anuncios crees que es más eficaz? ¿Está dirigido a un público con el mismo rango de edad? ¿Cual crees que es más costoso de producir y cual de ellos más costoso de anunciar? Analizo las dos versiones del anuncio y llego a las siguiente conclusiones:
El anuncio de publicidad en dibujos animados viene posiblemente después de que el primero ya se hubiera consolidado en el mercado con ese nombre pegadizo. Utiliza un lenguaje informal y desenfadado, que lo hace más asequible a un público joven que creció viendo dibujos animados en color y le agrada especialmente el lenguaje visual y la expresión del personaje. En ambos casos el personaje principal invita a la empatía, aunque desde mi punto de vista en la segunda versión se evita ese tópico que consiste en mostrar a una mujer real de un determinado rango de edad. Tiene además el plus de que se muestra ese final afortunado deseado, acompañado de una música alegre y varios gestos que expresan felicidad y confort. Y finalmente queda por deducir su coste, por lo que me centraré en especular que los costes de rodaje del primer anuncio fueron más elevados que los dibujos animados y además parte del material visual se hubo reciclado. Si a esto añadimos que se pasó de un anuncio de publicidad de 28 segundos a otro de 23 segundos; tenemos una clara opción muchísimo más económica a la hora de emitirlo en horas de elevada audiencia.
En mi opinión se da que «menos es más». ¡Enhorabuena por esta exitosa segunda versión!